Blog Finalista Premios Aragón en la Red 2014
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jueves, 10 de noviembre de 2016

Ruta de los Sitios - Puerta del Carmen


PUERTA DEL CARMEN
La del Carmen es la única puerta que conserva Zaragoza 
de todas las que se abrían en la muralla de la ciudad.
 Es el símbolo por excelencia de los Sitios de Zaragoza,
 pues sobrevivió a los bombardeos napoleónicos de 1808 y 1809.

EL SÍMBOLO DE LOS SITIOS
Durante los preparativos del primer Sitio 
y ante la ausencia todavía de tropas en la ciudad, 
se formaron compañías de voluntarios patriotas
 que ante una simbólica bandera, juraron defender su patria
 ante la puerta del Carmen.
Un primer Sitio en el que sufrirá brutales ataques, 
pues en tres ocasiones el ejército francés intentó entrar en la ciudad por ese punto. 
El 15 de junio en la llamada Batalla de las Eras, 
el 2 de julio cuando los franceses penetraron por aquí hacia el Portillo, 
y el sangriento 4 de agosto, 
cuando los napoleónicos eligieron de nuevo la puerta del Carmen 
para entrar en la ciudad pero fueron detenidos,
 recuperando la puerta una vez más los patriotas.
En los muros de la puerta se pueden ver todavía 
los numerosos impactos de artillería que sufrió durante la afrenta. 
Por un lado algunos orificios de bala de fusil y numerosas señales de los cañones franceses, 
por el otro, el que miraba al interior de la ciudad, sólo señales de fusiles aragoneses.

MARÍA AGUSTÍN
Durante el primer asedio esta heroína de los Sitios 
participó activamente abasteciendo de munición, comida y bebida a los patriotas en los puestos de combate. 
Y será cumpliendo estas tareas cuando al traspasar la puerta del Carmen, 
hacia el actual paseo de María Agustín, que lleva su nombre como homenaje 
recibió una herida en el cuello que le dejaría inútil del brazo izquierdo de por vida.



Ruta de los Sitios - La Aljafería


LA ALJAFERIA EN LOS SITIOS
Tras el estallido del 2 de mayo de 1808 en Madrid,
 toda España se alzó en armas contra el invasor napoleónico.
 El ejército francés empezó su ocupación militar
 por las ciudades más importantes de nuestro país 
y tras la toma de Pamplona, su siguiente objetivo será Zaragoza, 
un punto estratégico para conseguir el control del Valle del Ebro.

LA ALJAFERIA
El castillo de la Aljafería fue el lugar donde empezó 
la verdadera sublevación de la ciudad contra el ejército de Napoleón, 
cuando el 24 de mayo se forzó el arsenal aquí guardado, 
compuesto por unos 25.000 fusiles y 65 piezas de artillería,
 y se encarceló al entonces Capitán General José Juan Guillelmi, acusado de afrancesado, 
que fue suplantado por el General Palafox, aclamado por el pueblo. 

También el acercamiento a la ciudad por las tropas francesas 
tuvo lugar en los dos asedios por esta zona, por la cercana Avenida de Madrid.
El castillo tuvo usos bien diferenciados, fortaleza durante los combates,
 pasó luego a ser prisión de patriotas, 
y tras la definitiva reconquista de Zaragoza, prisión de franceses.

LA CAPITULACION DE LA CIUDAD
Y donde empezó todo acabó también,
 pues la mañana del 20 de febrero de 1809 se firmaba aquí la Capitulación de la ciudad.

 Los combatientes que aún se mantenían en pie tras la guerra y las epidemias, 
salieron por una de las puertas de la ciudad, la del Portillo, 
para entregar sus armas en la explanada de la Aljafería ante la tropa francesa.
 Mientras, la bandera blanca ondeaba en lo alto de la hoy desaparecida torre Nueva,
 en el centro de la ciudad.

El general francés Léjeune, describió así la salida de los defensores vencidos:
“La columna española salió ordenadamente con sus banderas y armas,(…)
Trece mil hombres enfermos con el germen del contagio en su sangre, 
enflaquecidos horriblemente, de barba negra, larga y descuidada, 
con fuerza apenas para sostener sus armas,
 se arrastraban lentamente al sondo del tambor(…)
Sus ojos chispeaban cólera”.



Ruta de los Sitios - Seminario de San Carlos


PLAZA DE SAN CARLOS
El 27 de junio de 1808 
durante el primer asedio que los franceses realizaron en Zaragoza, 
se produjo una gran explosión en el polvorín general de la ciudad 
ubicado en este edificio, actual Seminario de San Carlos.

POLVORIN DE LA CIUDAD EN LOS SITIOS DE ZARAGOZA
Un carretero que abastecía de munición a sectores cercanos, 
dejó caer fortuitamente una chispa de su cigarro provocando la explosión. 
La gran cantidad de pólvora que aquí se almacenaba 
tuvo consecuencias desastrosas materialmente, 
destruyendo el estallido parte del barrio de la Magdalena.

El hundimiento del edificio y de las casas colindantes,
 el horror por el elevadísimo número de víctimas 
y el asalto de los franceses aprovechando el caos, 
pusieron a la ciudad al borde del colapso.

Como consecuencia y medida protectora, 
en los preparativos para el segundo Sitio de 1809,
 una de las primeras previsiones del mando
 fue la de diversificar la munición en pequeños almacenes
 repartidos en diferentes puntos de la ciudad.

Fachada posterior del Seminario de San Carlos Borromeo, 
cuando al día siguiente de la explosión, 
fueron retirados los cadáveres de los patriotas fallecidos.

LA POLVORA DE VILLAFELICHE
La localidad de Villafeliche,
 en la ribera baja del río Jiloca a unos 90 kilómetros de Zaragoza,
 tuvo un importante papel en la defensa de la ciudad.
 La producción de pólvora de sus molinos 
permitió mantener el suministro a los defensores,
 incluso con la voladura del polvorín principal.



sábado, 5 de noviembre de 2016

Ruta de los Sitios - plaza de San Agustín


PLAZA DE SAN AGUSTIN
La plaza de San Agustín es uno de los pocos espacios que se conservan 
prácticamente igual que durante los Sitios 
sufridos por la ciudad de Zaragoza en la Guerra de la Independencia. 
Un barrio donde se libraron brutales batallas
 y los zaragozanos demostraron una gran resistencia, heroísmo y fiereza en la lucha, 
y donde los nombres de sus calles, Manuela Sancho, Heroísmo, Asalto…
 nos hablan de sus defensores y de su hazaña.

CONVENTO DE SAN AGUSTIN
El convento de San Agustín, fundado en el siglo XIII, 
sirvió como cuartel de intendencia durante los Sitios
 y aún son visibles en su fachada los impactos de fusilería.
 Conformaba la línea defensiva de la ciudad por el este, 
pero a pesar de la valiente defensa patriota, 
las tropas francesas consiguieron el 1 de febrero de 1809 penetrar en el convento 
y en su iglesia apoderándose de él y del cercano de Santa Mónica.
Como resultado de la guerra el conjunto conventual quedará arruinado 
y con la desamortización de Mendizábal en 1836 
se incorporará su solar y propiedades a los bienes nacionales.
 En 1978 pasará a ser propiedad municipal
 y tras diversos proyectos,
fue reconvertido en el actual Centro de Historia de Zaragoza.

LAS CASAS DE LOS SITIOS
En la cercana calle de Doctor Palomar 
un magnífico caserón todavía conserva los impactos 
de la fusilería francesa dos siglos más tarde.

Estas dos postales ilustran el sañudo episodio 
que tuvo lugar en el interior de la iglesia de San Agustín. 
Su autor, el pintor César Álvarez Dumont, 
se inspiró en la novela “Zaragoza”(1874) 
de la serie Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.


MANUELA SANCHO
Fue una de las destacadas heroínas de la ciudad durante los Sitios. 
Suministró alimento a los defensores y participó activamente en combate.
Sus restos mortales fueron trasladados en 1908 
al panteón creado para las heroínas de los Sitios, 
en una capilla de la iglesia del Portillo de Zaragoza.

Ruta de los Sitios - El Pilar en los Sitios


EL TEMPLO DEL PILAR
La Basílica de Nuestra Señora del Pilar 
presentaba ya en la época de los Sitios su planta actual, 
aunque carecía de las torres,  cúpulas y fachada presente.
El máximo lugar sacralizado de la ciudad, morada de la querida imagen, 
era el gran baluarte moral de los zaragozanos 
y los franceses, conocedores del intenso catolicismo español,
 no dudaron en bombardear cruelmente la catedral y su entorno.

REFUGIO ESPIRITUAL Y HOSPITAL IMPROVISADO
Diversas dependencias de la Basílica 
como la sala capitular, la sacristía o el archivo,
 se utilizaron durante los Sitios para atender a los enfermos y heridos,
 convirtiéndose en un auténtico hospital. 
Incluso en su sacristía se llegó a fabricar pólvora y munición.
La numerosa masa de gente que acudía al templo a refugiarse, 
sobre todo niños y ancianos,
 hízo que se produjeran unas lamentables condiciones de salubridad 
debido a la suciedad y el hacinamiento. 
El propio Palafox mandó retirar las camas 
a otros lugares cercanos y desinfectar el templo.
Durante el primer Sitio el templo del Pilar no recibió demasiados proyectiles
 ya que se interponían algunos edificios entre él y la línea de tiro.
 No ocurrió así durante el segundo asedio, 
soportando los bombardeos desde las baterías de la zona del Arrabal.
 Los impactos de artillería en las paredes externas de la Basílica aún son visibles.
Varias veces llegaron a entrar proyectiles y bombas en el templo 
abarrotado de gente sin producir ninguna desgracia humana. 
El pueblo parecía haber encontrado un lugar milagrosamente protegido por la Vírgen.

LA CRIPTA
En la cripta-panteón situada bajo la capilla de la Vírgen del Pilar 
se hallan enterrados numerosos personajes ilustres de la ciudad, 
entre ellos el General Palafox y Antonio Sangenís, héroes delos Sitios.

UN HECHO MILAGROSO
En vísperas del alzamiento contra los franceses, 
una nube en forma de palma apareció en el cielo. 
Hecho milagroso, premonición o simple casualidad, 
el pueblo lo interpretó como un presagio de la victoria sobre las tropas napoleónicas, 
asociando la palma al símbolo de la victoria. 
Una palma que al final de los Sitios sería para la mayoría el símbolo del martirio.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Ruta de los Sitios - El reducto del Pilar


GLORIETA DE SASERA
EL REDUCTO DEL PILAR
El invencible ejército napoleónico había sido incapaz
 de ocupar Zaragoza durante el primer Sitio.
 La experiencia del asedio reveló que la zona de Santa Engracia y sus proximidades,
 era una de las más débiles para acceder a la ciudad, 
por lo que se fortaleció la defensa de cara un previsible segundo ataque.
El perímetro defensivo de la ciudad se cerró 
con una nueva línea de murallas, el Arrabal se fortificó,
 se patrullaba el Ebro con cañoneras y dos fortificaciones exteriores protegían los puentes 
sobre el río Huerva, el convento de San José y el reducto del Pilar.

¡ZARAGOZA RESISTE!
El reducto del Pilar era un fuerte construido en la actual Glorieta de Sasera, 
con la finalidad de cruzar fuego contra la infantería francesa
 evitando que se aproximaran a la muralla de la ciudad por esta zona.
Una obra de campaña cerrada y protegida por un gran foso excavado, 
que terminaba por ambos lados en el río Huerva 
y estaba unido por trincheras con Santa Engracia. 
Defendido por unos 400 hombres y 8 piezas de artillería, 
en su puerta rezaba un letrero: 
“Reducto de la Virgen del Pilar, inconquistable por tan sagrado nombre.
 ¡Zaragozanos, venced o morid por la Virgen del Pilar!”

LA PATRIA
Cien años después de los Sitios, en enero de 1909, 
se inauguró en esta glorieta un obelisco conmemorativo, obra de Ricardo Magdalena,
 en homenaje a los heroicos defensores del reducto del Pilar. 
Posteriormente sería sustituido por el actual grupo escultórico
 de Federico Amutio titulado “Por la patria. 1808”.

EL PASEO DE LAS DAMAS
Los franceses ajardinaron esta zona y se le dio el nombre de paseo de las Damas
 por frecuentarla las mujeres de los oficiales franceses.
 Un nombre que no ha cambiado hasta la actualidad.

viernes, 15 de octubre de 2010

Ruta de los Sitios - casa natal de Palafox


CASA NATAL DE PALAFOX
La próxima calle de Palafox recuerda al héroe zaragozano 
y en ella se encuentra la casa natal 
de los marqueses de Lazán, padres de Palafox. 
Actualmente ocupada por viviendas, 
una placa de homenaje recuerda a su morador.

EL GENERAL PALAFOX
El pueblo zaragozano puso a prueba a las hasta entonces invencibles tropas napoleónicas 
durante la Guerra de la Independencia en los dos Sitios
 que sufrió la ciudad en 1808 y 1809. 
Los patriotas que la defendieron entraron en el relato heróico para siempre.

Uno de ellos fue José Rebolledo de Palafox y Melci, 
más conocido como General Palafox.
 Nacido en Zaragoza en 1775, 
fue educado en las Escuelas Pías por otro héroe de los Sitios, 
el Padre Basilio Boggiero.

Sus paisanos le pusieron al frente de la sublevación 
proclamándole Capitán General de Aragón el 27 de Mayo de 1808 
y tomó a su mando la defensa de la ciudad durante los dos sitios.
Es ya célebre su frase 
guerra y cuchillo,
 negativa con la que respondió a los emisarios franceses
 que solicitaban la rendición.

Después de dos meses de resistencia y encarnizadas batallas, 
con una población diezmada y abatida por la epidemia de tifus,
 del que Palafox también enfermó, 
cederá sus poderes a una Junta 
que tras analizar la situación capituló
 ante el ejército francés el 20 de Febrero de 1809.

Prisionero en Francia hasta 1813, 
cuando regresó a España se dedicó a su vida privada,
 alternándola con diversos nombramientos como el de Duque de Zaragoza. 
Murió en Madrid en 1847 
y hoy sus restos descansan en la cripta de la Basílica del Pilar. 
  
LA SEO
Palafox, parroquiano de La Seo por nacimiento, 
fue bautizado en esa cercana catedral de San Salvador. 
En su archivo parroquial se encuentra cuidadosamente guardada 
la partida de nacimiento del caudillo de los Sitios.

PALACIO ARZOBISPAL
Durante los Sitios el actual Palacio Arzobispal de la ciudad 
fue el cuartel general de Palafox. 
Desde la parte alta del edificio podía seguir con detalle 
la suerte de su destacamento dispuesto en el Arrabal, al otro lado del río. 
Sus archivos aún conservan documentos de la época 
destrozados por la metralla de los cañones y perforaciones de balas.

lunes, 3 de mayo de 2010

Ruta de los Sitios - plaza de San Miguel


PLAZA DE SAN MIGUEL
En la lucha patriótica que Zaragoza sostuvo
 contra las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia,
 el barrio de San Miguel jugó un papel destacado.
 La parroquia de San Miguel se situaba en la época de los Sitios
 inmediata a una de las puertas de la ciudad, la llamada puerta Quemada. 
Por aquí entraron los franceses durante el primer Sitio, 
librándose encarnizadas luchas casa por casa.
 El barrio quedó prácticamente deshabitado, 
incluso la imagen de su popular Cristo se trasladó
 a la cercana iglesia de La Magdalena para protegerlo.

Una semana después de haber sido nombrado Palafox 
cabecilla de la defensa de la ciudad,
 se cantó en la iglesia de San Miguel una misa rogativa,
pidiendo por la salud y acierto en el gobierno del General Palafox.
Durante el segundo Sitio se colocaron dentro de la iglesia dos cañones 
con dirección al puente de San José sobre el río Huerva,
 para defender esta entrada de la ciudad.

CALLE DEL HEROISMO
Contigua a la plaza de San Miguel se encuentra la calle del Heroísmo
 donde se riñeron brutales batallas cuerpo a cuerpo entre sitiadores y sitiados. 
Antes de los Sitios se llamaba calle Quemada, 
por ser el lugar de reunión del gremio de los carboneros, 
que ennegrecían con sus braseros encendidos las paredes vecinas.
Al final de la calle se situaba una de las puertas de la ciudad,
 la también llamada puerta Quemada. 
Esta calle cambió su nombre tras los asedios por Heroísmo, 
recordando la resistencia de los patriotas zaragozanos.
En la plazoleta de San Miguel 
se situó también la llamada puerta del Duque de la Victoria.
Era en realidad un arco triunfal 
para conmemorar la visita del general Espartero a la ciudad. 
Fue demolida en el año 1919
 y hoy queda un mural pintado en un edificio cercano como recuerdo.

LA CAMPANA DE LOS PERDIDOS
La espléndida torre mudéjar de la iglesia de San Miguel 
albergó una campana llamada de los Perdidos 
que desde el siglo XVI tocaba treinta y tres toques al anochecer 
con el fin de guiar a quienes se hallaban en los campos extramuros, 
pues era frecuente que la gente no encontrara el camino de vuelta a la ciudad
 por las nieblas y la falta de iluminación. 
Aunque en época de los Sitios la campana dejó de tocar, 
después de los asedios continuó durante un tiempo esta tradición.

Ruta de los Sitios - puente de Piedra


PUENTE DE PIEDRA
El puente más emblemático de la ciudad 
ha sufrido numerosos avatares a lo largo de su historia. 
Durante los asedios que sufrió Zaragoza
 por los ejércitos napoleónicos en la Guerra de la Independencia, 
fue también escenario de múltiples combates y feroces sucesos.

EL PUENTE EN LOS SITIOS
Durante el primer asedio de 1808 
el teniente patriota Luciano de Tornos logró frenar en el puente 
la estampida popular que huía hacia el arrabal de la ciudad, 
producida tras una dura ofensiva francesa el 4 de Agosto. 
Tornos, amenazándolos con un cañón desde el convento de San Lázaro 
logró que volvieran a la ciudad a combatir.
El puente era la única conexión entre la ciudad y el rabal, 
si éste caía, el puente sería ocupado por el enemigo
 quedando la ciudad desprotegida.
 Y así sucedió durante el segundo Sitio,
 cuando el 18 de Febrero de 1809 
las baterías francesas arrasaban el convento de San Lázaro 
y batían el puente para impedir cualquier ayuda de la ciudad. 
Zaragoza se rendirá tres días más tarde.
Muy próxima al Puente de Piedra se encuentra la Arboleda de Macanaz,
 un lugar de paseo y recreo para los zaragozanos desde hace siglos
 y donde en 1809 tras los  Sitios
 fueron enterrados en una fosa común los restos de miles de caídos.

EL EBRO EN LOS SITIOS
El río Ebro jugó también un papel destacado en la defensa de la ciudad.
 Además de destacar como vía de comunicación 
en el avance francés hacia la capital,
 tuvo también una gran importancia estratégica. 
En el segundo Sitio tropas procedentes de Murcia y Cartagena 
acudieron en ayuda de la defensa zaragozana, 
que con sus cañoneras patrullaban el río asegurando la defensa del Ebro
 y controlaban los movimientos enemigos.

CRUZ CONMEMORATIVA
Una estela coronada por una cruz de piedra 
colocada en una arcada del Puente de Piedra,
 indica el lugar donde los sacerdotes y consejeros de Palafox, 
Basilio Boggiero y Santiago Sas
 fueron asesinados y arrojados al Ebro por los franceses, 
incumpliendo los acuerdos de la capitulación.
El monumento recuerda también al Barón de Warsege, 
encargado de la defensa del Arrabal durante el segundo Sitio
 y herido de muerte por una bala de cañón francesa 
al intentar franquear el puente.

sábado, 17 de abril de 2010

Ruta de los Sitios - plaza Salamero



PLAZA DE MIGUEL SALAMERO
En la jornada del 4 de agosto de 1808, durante el primer Sitio de Zaragoza,
 las tropas francesas consiguieron entrar en la ciudad tras sobrepasar Santa Engracia,
 avanzando por la desaparecida torre del Pino hacia esta zona por la calle Azoque.

CONVENTO DE SAN ILDEFONSO
Frente a esta plaza se levanta el convento de San Ildefonso,
 un amplio edificio del que sólo se conserva su iglesia, 
llamada hoy de Santiago el Mayor. 
Durante el asedio francés el convento, como casi todos de la ciudad, acogió a numerosos heridos 
y más tarde fue el lugar elegido por el general francés Lefebvre para instalar su cuartel general.
El convento fue abandonado con la desamortización de Mendizábal de 1835 
y el edificio albergó el Hospital Militar hasta los años 60 del siglo XX, 
cuando fue derribado para abrir la avenida de César Augusto.

En el interior de la iglesia se ubica la Capilla de los Fieles Zaragozanos, 
dedicada a todos los defensores de los Sitios. 
A su derecha se conserva aún el arco de San Ildefonso 
en cuya parte superior todavía se aprecian las huellas de la artillería francesa.
En el lugar que hoy ocupa el cercano Hotel Palafox, 
se levantaba la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, arruinada durante los Sitios.

MIGUEL SALAMERO

Zaragozano y gran comerciante de telas de la ciudad, 
asumió la defensa de esta zona conocida entonces como Huerta de Santa Fe.
 Formó un grupo de escopeteros con los trabajadores de su negocio 
y participó activamente en la lucha,
 Defendió el convento de Santa Fe, ubicado en esta plaza,
 y los cercanos de Santa Rosa (en el actual colegio del mismo nombre) 
y San Ildefonso, impidiendo con su hazaña el avance francés hacia el Coso.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Ruta de los Sitios - Los Sitios en El Rabal



ARRABAL
Durante los Sitios acontecidos en 1808 y 1809
 los vecinos de este barrio zaragozano extramuros
 demostraron gran valentía por defender su libertad, 
ejecutando una feroz defensa. 
Durante el primer Sitio los franceses no contaron con fuerzas suficientes
 para ocupar la margen izquierda del Ebro,
 lo que hízo que los zaragozanos tuvieran la posibilidad 
de recibir suministros y refuerzos a través del Puente de Piedra. 
Pero en el segundo Sitio los franceses eran ya conscientes
 de la importancia del rabal en la defensa de la ciudad 
y durante meses irán estrechando el cerco  por esta zona 
hasta su ataque definitivo el 18 de Febrero  de 1809.
 Pese al heroísmo patriota, los defensores del arrabal se rindieron 
y Zaragoza capituló dos días después.

LOS CONVENTOS CLAVES EN LA DEFENSA
La defensa del Rabal, 
se estructuró en torno a tres conventos que se levantaban en la zona, 
convertidos en formidables baluartes.

El convento de Nuestra Señora de Jesús, 
se ubicaba en la actual plaza del mismo nombre. 
Fue refugio de Palafox durante el primer Sitio.
Frente al puente de Piedra se alzaba el convento de Nuestra Señora de Altabás,
 del que se conserva algún muro y restos de la iglesia. 
Y junto al Ebro el convento de San Lázaro, 
utilizado por Palafox como Cuartel General durante el segundo Sitio.

Muchas de las calles del actual barrio del Arrabal conservan aún 
prácticamente la misma estructura urbanística de la época de los Sitios.
La calle del Horno, la plaza de la Mesa, el callejón del Tío Lucas,
la calle de Jorge Ibort, la calle Villacampa o el parque del Tío Jorge,
 nos recuerdan hechos y héroes de la gesta.

EL TIO JORGE    

Jorge Ibort, más conocido como el Tío Jorge o Cuello Corto, 
fue el cabecilla que levantó la ciudad en mayo de 1808 
contra las órdenes de sometimiento a los franceses 
que llegaban desde Madrid.
Este labrador del Arrabal, gozaba de cierta autoridad sobre sus vecinos
 pues era de los pocos que sabía leer y escribir. 
Fue un gran patriota siempre fiel a Palafox, 
que le nombró capitán de la Compañía de Escopeteros del Arrabal. 
Falleció tras el primer Sitio víctima de tifus.

Ruta de los Sitios - San Juan de los Panetes



SAN JUAN DE LOS PANETES
La inclinada torre de la iglesia de San Juan de los Panetes, 
sirvió durante el primer Sitio de Zaragoza de atalaya espía 
para un vigía francés que dirigía desde lo alto las baterías francesas de la zona,
 hasta que fue descubierto y fusilado por los patriotas.

DEPOSITO DE POLVORA EN LOS SITIOS DE ZARAGOZA
El sótano se utilizó también en los asedios como polvorín, 
albergando uno de los pequeños almacenes de munición
 en los que se distribuyó la reserva de la ciudad, 
con el fin de evitar otro desastre 
como el ocurrido en el Seminario de San Carlos,
 polvorín general entonces, 
que explotó fortuitamente por culpa de una chispa de cigarro,
 volando por los aires el edificio y sus alrededores,
 lo que supuso para la ciudad una auténtica tragedia.
El origen de esta iglesia se remonta a los siglos XI y XII, 
una iglesia medieval que en el siglo XVIII se derribó 
y se volvió a eregir la actual construcción barroca.

La postal reproduce la desaparecida plaza de Huesca 
y la iglesia de San Juan de los Panetes. 
Su nombre proviene de que aquí se repartían panecillos para los pobres.

PINTURA DE HISTORIA
Entre las obras artísticas que ilustran 
los episodios de la gesta zaragozana destaca ésta,
 que narra el suceso en el que los patriotas, 
situados entre la iglesia de San Juan de los Panetes y el Pilar 
ondean la bandera negra con el lema “El Pilar no se rinde” 
ante las invitaciones de los franceses para que abandonaran la lucha.

Ruta de los Sitios - El barrio de San Pablo



EL BARRIO DE SAN PABLO
El de San Pablo fue el primer barrio cristiano
 que se construyó en Zaragoza traspasando sus murallas,
 fuera del casco romano.
 También conocido como barrio de El Gancho
 por la hoz que identificaría la cofradía de labradores,
 reproducida en la veleta 
situada en la espléndida torre mudéjar de su iglesia parroquial.
 Surgió así en el Medievo el primer ensanche de la ciudad,
 expandiéndose y edificando en la llamada entonces Huerta del Rey.

CALLES CON HISTORIA
Numerosos nombres de las calles de este castizo barrio
 rinden homenaje a héroes y heroínas que lucharon 
ante el ejército de Napoleón en la Guerra de la Independencia. 
Los dos asedios que sufrió Zaragoza en los Sitios 
y los personajes que la defendieron, 
como Casta Álvarez, Basilio Boggiero, Mariano Cerezo, 
o el Padre Sas, sacerdote de la iglesia de San Pablo, 
han entrado en el relato heróico de los siglos XIX y XX.

Otras pintorescas calles del barrio hacen referencia a los numerosos gremios
 y comerciantes que aquí se establecieron en otros tiempos, 
como la calle Aguadores, las Armas, Broqueleros o Cereros entre otras.

Multitud de patriotas se encuentran enterrados 
en el fosal de la parroquia de San Pablo,
 entre ellos, María Agustín, heroína de los Sitios.
 La misma iglesia que guarda en sus archivos 
la partida de bautismo de Jorge Ibor, 
labrador conocido popularmente como el Tío Jorge, 
uno de los cabecillas que lideraron la sublevación de la ciudad.

MARIANO CEREZO

Este labrador de San Pablo fue capitán 
de las compañías populares del mismo barrio 
y Gobernador del Castillo de la Aljafería, 
defendiendo valientemente la ciudad.

Ruta de los Sitios - La puerta de Sancho



PLAZA DE EUROPA
El entorno de la actual plaza de Europa 
fue escenario de importantes combates durante los asedios 
que sufrió Zaragoza en la guerra de la Independencia. 
Se encontraba aquí una de las puertas de la ciudad, 
la llamada puerta de Sancho, 
por donde salían los labradores a cultivar los campos
 próximos al río y al soto de la Almozara.

PUERTA DE SANCHO
Durante los Sitios, los ejércitos franceses intentaron 
entrar varias veces a la ciudad por este punto, 
destacando la memorable defensa llevada a cabo 
por Mariano Renovales durante el primer asedio. 
En el entorno entre la puerta de Sancho, el  Portillo y la Aljafería, 
se situó la zona de la capitulación definitiva de los patriotas zaragozanos, 
donde fueron amontonando sus armas ante la tropa francesa
 cuando la ciudad capituló el 20 de Febrero de 1809.
 La puerta quedó después de los asaltos muy deteriorada,
 desapareciendo definitivamente hacia 1868.

Este grabado ilustra la batería que se situaba en la puerta de Sancho. 
Al fondo la Aljafería con la apariencia que presentaba entonces
 y el edificio del centro era un molino de harina
 empleado como punto fuerte para la construcción de la batería.
 En el centro, el coronel Renovales dando las disposiciones para la defensa.

En esta zona, en el centro de una gran extensión de huertos, 
se alzaba el convento de Carmelitas Descalzas de Santa Teresa, 
más conocido como convento de las Fecetas. 
Actualmente sólo se conserva su iglesia y parte de su claustro de ladrillo.

CASTA ÁLVAREZ

Destacó en los Sitios de Zaragoza acompañando a los defensores
 en la batería de cañones de la puerta de Sancho
 y en los combates del barrio del Arrabal. 
Terminados los asedios se marchó a la localidad de Cabañas de Ebro, 
por negarse a vivir en Zaragoza bajo el dominio francés. 
Sus restos reposan en la iglesia del Portillo, 
junto a los de las también heroínas Agustina de Aragón y Manuela Sancho.

Ruta de los Sitios - plaza del Portillo


PLAZA DEL PORTILLO
Las calles de esta zona fueron escenario de duros combates
 especialmente durante el primer Sitio, en el verano de 1808. 
Su nombre, el Portillo, proviene de una pequeña puerta 
que se abría en los muros de la ciudad,
 ubicada en el actual cruce de las calles Conde de Aranda y María Agustín.

AGUSTINA DE ARAGON
El 2 de Julio de 1808, en la heróica defensa del Portillo 
se encontraba llevando agua y provisiones a los defensores
 la joven Agustina Zaragoza.
 Muertos o heridos todos los miembros de la batería artillera de la zona,
 recogió un bocafuego con la mecha encendida
 y lo aplicó al cañón disparando contra la columna francesa,
 impidiendo así que entraran en la ciudad.

PANTEON DE LAS HEROINAS
En el interior de la próxima iglesia de Nuestra Señora del Portillo 
descansan sus restos mortales junto a otras heroínas de los Sitios
 como Casta Alvarez y Manuela Sancho. 
En el centro de la plaza se alza un monumento en su recuerdo,
 obra del escultor Mariano Benlliure. 
Poetas como Lord Byron o Steiner y diversos pintores 
inmortalizaron a la heroína
 como en el grabado de Goya titulado “Qué valor”,
 de la serie “Los desastres de la guerra”.

MADRE MARIA RAFOLS
En la cercana Casa General de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana 
está enterrada la Beata Madre María Rafols, 
heroína de los Sitios que se distinguió especialmente 
por su incansable atención a los heridos y enfermos de la ciudad.

LA BATALLA DE LAS ERAS
El 15 de Junio de 1808 se presentaron los franceses ante las puertas de Zaragoza
 lanzando un fuerte ataque simultáneo por tres frentes:
 el Portillo, la Puerta del Carmen y Santa Engracia. 
Por esta última consiguió penetrar un grupo de lanceros polacos
 llegando hasta la antigua plaza del Portillo 
pero fueron abatidos por valerosas mujeres zaragozanas
 armadas tan solo con piedras y cuchillos.
 Comenzará aquí el primer sitio de Zaragoza, 
con la Batalla de las Eras, 
llamada así por tener lugar en las Eras del Rey, 
una explanada que se ubicó en el actual paseo María Agustín.

Ruta de los Sitios - Escolapios - Palacio Condes de Morata



ESCOLAPIOS Y PALACIO DE LOS CONDES DE MORATA
El cruce formado por la avenida de César Augusto,
 el Coso Alto y la calle Conde de Aranda, 
se conocía en la época de los Sitios como plaza de las Estrébedes,
 lugar donde se concentraban los defensores 
para distribuirse hacia los puestos más necesarios en la defensa de la ciudad.

LOS ESCOLAPIOS EN LOS SITIOS
El colegio de las Escuelas Pías 
tuvo un papel primordial en los Sitios de Zaragoza.
 Ya existía entonces en su actual emplazamiento
 y por sus aulas han pasado ilustres aragoneses y grandes defensores 
como Goya, Basilio Paraíso, Ricardo Magdalena, los hermanos Palafox,
 Santiago Sas, el Padre Boggiero, Ignacio Jordán de Asso, 
Jorge Ibort, Pedro María Ric o Miguel Salamero, entre otros muchos.
Las tropas francesas no consiguieron entrar por la cercana puerta del Portillo 
en ninguno de los dos asedios,
 gracias a lo cual el colegio no sufrió grandes daños materiales.
 Cumplió una gran labor como refugio y hospital, 
pues numerosos parroquianos, heridos de guerra y enfermos de epidemias, 
acudían al colegio para refugiarse en su iglesia de Santo Tomás. 
Un templo donde fueron enterrados 
innumerables patriotas, militares y religiosos.

Esta placa conmemorativa se colocó con ocasión del 150 Aniversario de los Sitios 
en el llamado Patio de las Tres Fuentes del colegio, 
donde aún es posible distinguir las huellas de la metralla francesa.

CAPITANIA GENERAL DE ARAGON
El magnífico palacio renacentista de los Condes de Morata, 
actual Tribunal Superior de Justicia,
 fue durante los Sitios que la ciudad sufrió en la Guerra de la Independencia, 
la sede de la Capitanía General de Aragón.
El 24 de Mayo de 1808 estalló la sublevación popular en Zaragoza 
encabezada por el Tío Jorge, labrador del Arrabal.
El entonces Capitán General del Reino de Aragón, Jorge Juan Guillelmi y Andrada,
 fue detenido por no querer entregar las armas de la ciudad al pueblo
 y llevado prisionero acusado de afrancesado a la Aljafería,
 donde permanecerá durante los dos Sitios.
Palafox será investido por su pueblo nuevo Capitán General, 
que desde los balcones de este palacio escuchó 
el grito de lealtad de los zaragozanos aclamándole desde la calle.

En la fachada una placa recuerda la figura de Pedro María Ric,
 ilustre aragonés que se distinguió durante toda su vida
 por la defensa de los intereses aragoneses.

sábado, 4 de julio de 2009

Ruta de los Sitios - plaza San Felipe



















PLAZA DE SAN FELIPE
La plaza de San Felipe es una de las más encantadoras del casco antiguo de la ciudad,
 rodeada de bellos palacios renacentistas. 
Aquí se alzaba la torre Nueva, única torre mudéjar de carácter civil de toda España, 
que cumplió un gran cometido durante los Sitios de Zaragoza.

LA TORRE NUEVA
Auténtica maravilla del arte Mudéjar aragonés,
 fue construida en el siglo XVI por el Ayuntamiento de la localidad.
 Portaba un gran reloj y un sistema de campanas 
con el fin de que se oyera en toda la población y regulara la vida de la ciudad.
La torre era una símbolo para la ciudad 
y una de las más bellas de las muchas que tuvo Zaragoza. 
Lamentablemente fue derruida a finales del siglo XIX 
y hoy un enlosado señala el lugar donde se encontraba como único recuerdo.

SISTEMA DE AVISOS EN LOS SITIOS
Durante los trágicos asedios de Zaragoza en la Guerra de la Independencia,
 la torre Nueva fue utilizada como atalaya,
 con sus 80 metros de altura era un inmejorable punto de observación 
desde el que se vigilaba el movimiento de las tropas francesas.
 Se ideó también un sistema de alarmas mediante el toque de sus campanas,
 avisando a los zaragozanos de los ataques a la ciudad y de su procedencia. 
La torre tuvo un último y triste cometido, 
pues sirvió de soporte para izar la bandera blanca 
que anunció a los zaragozanos la capitulación de la ciudad el 20 de febrero de 1809.

LA CONDESA DE BURETA

La nobleza también estuvo presente en la defensa de Zaragoza. 
María Consolación de Azlor y Villavicencio, condesa de Bureta,
 defendió activamente la ciudad poniendo su casa a disposición de quien lo necesitara, 
reclutando gente, llevando municiones y provisiones 
a los combatientes y socorriendo a los heridos. 
Estableció su domicilio en la cercana calle de Torrenueva,
 que debe su nombre a la desaparecida torre 
y casó en segundas nupcias con Pedro María Ric, otro gran defensor de la patria. 
Sus restos descansan en la iglesia de San Felipe, que preside esta plaza,
 donde una placa de homenaje en su interior recuerda a la heroína.





domingo, 14 de junio de 2009

Ruta de los Sitios - plaza Sas



PLAZA DE SANTIAGO SAS
Esta céntrica plaza, que hoy recuerda al héroe de los Sitios Santiago Sas,
se llamó en otro tiempo plaza del Carbón, 
pues era un lugar transitado por los compradores de carbón. 
Se hallaba en el centro de lo que fue una zona llamada el Trenque de Gimeno Gordo, 
una maraña de estrechas callejas que comenzaba en la puerta Cinejia 
y terminaba en la explanada del Pilar.

EL TRENQUE DE GIMENO GORDO
Fue un enmarañado laberinto 
donde en el primer Sitio de Zaragoza se desarrollaron brutales combates cuerpo a cuerpo, 
cuando el ejército francés pretendió llegar al Pilar por esta zona
 y atravesar la puerta del Ángel para cruzar el río y entrar en el Arrabal.
La actual calle Alfonso I era en la época de los asedios 
apenas un callejón que terminaba en esta plaza,
 que hoy lleva el nombre de Santiago Sas en recuerdo del héroe de los Sitios.
Detalle de un grabado del siglo XIX 
que representa el primer Sitio de Zaragoza por los franceses.

SANTIAGO SAS
El padre Santiago Sas perteneció a una familia ilustre zaragozana 
y fue sacerdote de la parroquia de San Pablo. 
Durante los dos Sitios de Zaragoza destacó por su extraordinario valor, 
participando activamente en la lucha por la defensa de su ciudad
 frente a las tropas de Napoleón, 
por lo que el general Palafox le otorgó el grado de Capitán.
 Formó dos compañías de escopeteros voluntarios, 
destacando en los puntos de mayor riesgo de la contienda,
 como la puerta del Carmen, el Portillo o la calle Doctor Palomar.

Murió tres días después de rendirse la ciudad
cuando fue asesinado por los franceses, 
a pesar de que el documento de capitulación reflejara el respeto de vidas. 
Su cuerpo fue arrojado al río Ebro por el puente de Piedra
 junto al del padre Basilio Boggiero, otro héroe de los Sitios.
 En el lugar del puente donde fueron asesinados un monolito los recuerda.

jueves, 7 de mayo de 2009

Ruta de los Sitios - plaza de España



PLAZA DE ESPAÑA
La actual plaza de España se llamó plaza de San Francisco en la época de los Sitios. 
Una zona donde se libraron brutales batallas, 
punto de máxima penetración en el primer Sitio,
 que no corrió mejor suerte en el segundo, pues quedó completamente en ruinas,
destruyéndose los bellos edificios que conformaban la plaza, 
el convento de San Francisco y el Real Hospital de Nuestra Señora de Gracia.

CONVENTO DE SAN FRANCISCO
Nada queda del antiguo convento de San Francisco, 
que se levantaba en el solar que hoy ocupa la Diputación Provincial de Zaragoza, 
pues unos meses después de la capitulación de la ciudad, el 20 de febrero de 1809,
 las ruinas que aún se conservaban en pie
 tras las fuertes voladuras sufridas en la gesta fueron derribadas.
 En el convento franciscano se encontraba el llamado popularmente Cristo de los Sitios, 
salvado por la heroína María Blázquez 
al trasladar la imagen hasta el templo del Pilar en plena lucha. 
Aún conserva las huellas de las balas francesas 
y actualmente se venera en la iglesia de San Cayetano.

Esta postal ilustra una vista de la plaza España en la época de los Sitios. 
La iglesia del Hospital de Nuestra Señora de Gracia, con su espadaña y un nido de cigüeña.
 La torre más alta corresponde a la iglesia del convento de San Francisco.
 Entre ambos edificios se adivina la entonces estrecha calle de Santa Engracia,
actual inicio del paseo de la Independencia.
A la derecha aparecen las ruinas de la Cruz del Coso,
 destruida por un disparo de cañón francés durante el primer asedio.
 Hoy en el mismo punto se alza desde 1908
 el monumento a los Mártires de la Religión y de la Patria, 
obra escultórica que representa la Fe 
sosteniendo a un defensor herido con el fusil caído a sus pies.

HOSPITAL GENERAL DE NUESTRA SEÑORA DE GRACIA
En el solar del actual Banco de España 
se alzaba el Hospital General de Nuestra Señora de Gracia,
 único gran hospital de la ciudad.
 Como resultado de la decadencia que sufrió durante el primer Sitio, 
se trasladó al llamado Hospital de Convalecientes,
 más conocido hoy como Hospital Provincial.
 En el segundo Sitio se derrumbó por completo a causa de una voladura francesa.

CALLE CUATRO DE AGOSTO
La cercana calle Cuatro de Agosto, en el popular Tubo, 
conmemora el día en que los soldados de Napoleón avanzaron hacia ella
 tras ocupar el monasterio de los Jerónimos, en la actual plaza de Santa Engracia.
 Ese día de 1808, los invasores fueron rechazados por los defensores patriotas,
 que con escasos medios, protagonizaron una de las luchas más sangrientas
acontecida durante el primer Sitio.

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