ESCOLAPIOS Y PALACIO DE LOS CONDES DE MORATA
El cruce formado por la avenida de César Augusto,
el Coso
Alto y la calle Conde de Aranda,
se conocía en la época de los Sitios como
plaza de las Estrébedes,
lugar donde se concentraban los defensores
para
distribuirse hacia los puestos más necesarios en la defensa de la ciudad.
LOS ESCOLAPIOS EN LOS SITIOS
El colegio de las Escuelas Pías
tuvo un papel primordial en
los Sitios de Zaragoza.
Ya existía entonces en su actual emplazamiento
y por
sus aulas han pasado ilustres aragoneses y grandes defensores
como Goya,
Basilio Paraíso, Ricardo Magdalena, los hermanos Palafox,
Santiago Sas, el
Padre Boggiero, Ignacio Jordán de Asso,
Jorge Ibort, Pedro María Ric o Miguel
Salamero, entre otros muchos.
Las tropas francesas no consiguieron entrar por la cercana
puerta del Portillo
en ninguno de los dos asedios,
gracias a lo cual el colegio
no sufrió grandes daños materiales.
Cumplió una gran labor como refugio y
hospital,
pues numerosos parroquianos, heridos de guerra y enfermos de
epidemias,
acudían al colegio para refugiarse en su iglesia de Santo Tomás.
Un
templo donde fueron enterrados
innumerables patriotas, militares y religiosos.
Esta placa conmemorativa se colocó con ocasión del 150 Aniversario
de los Sitios
en el llamado Patio de las Tres Fuentes del colegio,
donde aún es
posible distinguir las huellas de la metralla francesa.
CAPITANIA GENERAL DE ARAGON
El magnífico palacio renacentista de los Condes de Morata,
actual Tribunal Superior de Justicia,
fue durante los Sitios que la ciudad
sufrió en la Guerra de la Independencia,
la sede de la Capitanía General de Aragón.
El 24 de Mayo de 1808 estalló la sublevación popular en
Zaragoza
encabezada por el Tío Jorge, labrador del Arrabal.
El entonces Capitán
General del Reino de Aragón, Jorge Juan Guillelmi y Andrada,
fue detenido por
no querer entregar las armas de la ciudad al pueblo
y llevado prisionero
acusado de afrancesado a la Aljafería,
donde permanecerá durante los dos
Sitios.
Palafox será investido por su pueblo nuevo Capitán General,
que desde los balcones de este palacio escuchó
el grito de lealtad de los
zaragozanos aclamándole desde la calle.
En la fachada una placa recuerda la figura de Pedro María
Ric,
ilustre aragonés que se distinguió durante toda su vida
por la defensa de
los intereses aragoneses.
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