PLAZA DE EUROPA
El entorno de la actual plaza de Europa
fue escenario de
importantes combates durante los asedios
que sufrió Zaragoza en la guerra de la
Independencia.
Se encontraba aquí una de las puertas de la ciudad,
la llamada
puerta de Sancho,
por donde salían los labradores a cultivar los campos
próximos
al río y al soto de la Almozara.
PUERTA DE SANCHO
Durante los Sitios, los ejércitos franceses intentaron
entrar varias veces a la ciudad por este punto,
destacando la memorable defensa
llevada a cabo
por Mariano Renovales durante el primer asedio.
En el entorno
entre la puerta de Sancho, el Portillo y
la Aljafería,
se situó la zona de la capitulación definitiva de los patriotas
zaragozanos,
donde fueron amontonando sus armas ante la tropa francesa
cuando
la ciudad capituló el 20 de Febrero de 1809.
La puerta quedó después de los
asaltos muy deteriorada,
desapareciendo definitivamente hacia 1868.
Este grabado ilustra la batería que se situaba en la puerta
de Sancho.
Al fondo la Aljafería con la apariencia que presentaba entonces
y el
edificio del centro era un molino de harina
empleado como punto fuerte para la
construcción de la batería.
En el centro, el coronel Renovales dando las
disposiciones para la defensa.
En esta zona, en el centro de una gran extensión de huertos,
se alzaba el convento de Carmelitas Descalzas de Santa Teresa,
más conocido
como convento de las Fecetas.
Actualmente sólo se conserva su iglesia y parte
de su claustro de ladrillo.
CASTA ÁLVAREZ
Destacó en los Sitios de Zaragoza acompañando a los
defensores
en la batería de cañones de la puerta de Sancho
y en los combates
del barrio del Arrabal.
Terminados los asedios se marchó a la localidad de
Cabañas de Ebro,
por negarse a vivir en Zaragoza bajo el dominio francés.
Sus
restos reposan en la iglesia del Portillo,
junto a los de las también heroínas
Agustina de Aragón y Manuela Sancho.