Blog Finalista Premios Aragón en la Red 2014

domingo, 4 de diciembre de 2016

Escudos de la Diputación del Reino




En el patio del Museo de Zaragoza,
están colocados los escudos
del antiguo palacio de la 
Diputación del Reino de Aragón.


Sol, de la puerta del


En el patio del Museo de Zaragoza,
se conserva el relieve del Sol
que remataba la puerta del mismo nombre, 
situada en la confluencia del Coso Bajo con
la calle AlonsoV.
Un mural en esa zona recuerda dicha puerta de la ciudad.

broqueleros



En el Arrabal, en la calle Villacampa,
se conserva en un trozo de fachada
de un edificio ya derruído
este escudo de los broqueleros.
En el barrio de San Pablo,
una calle los recuerda.

sábado, 19 de noviembre de 2016

antigua plaza de la Magdalena


Plaza de la Magdalena hacia mediados del pasado siglo
con la antigua Universidad desaparecida en 1969.


Alrededores de la Puerta de Valencia
antes de su derribo en el año 1867.

En la tapia del Instituto que ocupa el lugar
donde se encontraba la antigua Universidad,
estas dos placas recuerdan como fue
la plaza de la Magdalena tiempo atrás.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Energía de la comunicación





Así se titula esta escultura de José Antonio Barrios, 
que está situada en la plaza El Periódico de Aragón, 
junto a la estación Delicias,
y que fue realizada con motivo del 25 aniversario del rotativo en Aragón.

1628


En la fachada angular a la calle Santo Dominguito de Val 
del edificio que fue
colegio de la Compañía de Jesús, en el Real Seminario de San Carlos,
se conserva aunque dañada
la piedra que señala la fecha de inicio de obras en él, 1628.

puerta calle Azoque


En el número 60 de la calle Azoque 
encontramos esta puerta.

Hospital de Convalecientes




Sobre la puerta de entrada a la iglesia de Nuestra Señora de Gracia
la imagen nos recibe y
el escudo da fe de la antigüedad
de la institución del Hospital.





colegio Escolapios


Fachada de la avenida de César Augusto
del colegio de los Escolapios y de su iglesia.

Antonio Sánchez del Cacho


Los hermanos Sánchez del Cacho
eran comerciantes acaudalados.
Contribuyeron material y económicamente con las Milicias de los paisanos.
Lucharon con el Regimiento de Caballería
en la puerta del Carmen.
Antonio murió en combate a orillas del Ebro.
Su hermano Joaquín,
fue condecorado por diversas acciones.

Fray José Casanova


Franciscano.
Dirigió a los paisanos en los combates
del 4 de agosto en la zona del Mercado
y en Santa Engracia.
También durante el segundo sitio.
Logró huir tras la capitulación.

Padre Juan Bonal


Sepulcro Padre Bonal




Sepulcro Madre Rafols






Padre Bonal y Madre Rafols




cuartel de Caballería




al tío Jorge



jueves, 10 de noviembre de 2016

2 de Marzo de 1854



puerta de Torre Genoveva


Torre Ezmir




Capitulación de Zaragoza






Honor y Gloria




Ruta de los Sitios - Puerta del Carmen


PUERTA DEL CARMEN
La del Carmen es la única puerta que conserva Zaragoza 
de todas las que se abrían en la muralla de la ciudad.
 Es el símbolo por excelencia de los Sitios de Zaragoza,
 pues sobrevivió a los bombardeos napoleónicos de 1808 y 1809.

EL SÍMBOLO DE LOS SITIOS
Durante los preparativos del primer Sitio 
y ante la ausencia todavía de tropas en la ciudad, 
se formaron compañías de voluntarios patriotas
 que ante una simbólica bandera, juraron defender su patria
 ante la puerta del Carmen.
Un primer Sitio en el que sufrirá brutales ataques, 
pues en tres ocasiones el ejército francés intentó entrar en la ciudad por ese punto. 
El 15 de junio en la llamada Batalla de las Eras, 
el 2 de julio cuando los franceses penetraron por aquí hacia el Portillo, 
y el sangriento 4 de agosto, 
cuando los napoleónicos eligieron de nuevo la puerta del Carmen 
para entrar en la ciudad pero fueron detenidos,
 recuperando la puerta una vez más los patriotas.
En los muros de la puerta se pueden ver todavía 
los numerosos impactos de artillería que sufrió durante la afrenta. 
Por un lado algunos orificios de bala de fusil y numerosas señales de los cañones franceses, 
por el otro, el que miraba al interior de la ciudad, sólo señales de fusiles aragoneses.

MARÍA AGUSTÍN
Durante el primer asedio esta heroína de los Sitios 
participó activamente abasteciendo de munición, comida y bebida a los patriotas en los puestos de combate. 
Y será cumpliendo estas tareas cuando al traspasar la puerta del Carmen, 
hacia el actual paseo de María Agustín, que lleva su nombre como homenaje 
recibió una herida en el cuello que le dejaría inútil del brazo izquierdo de por vida.



Ruta de los Sitios - La Aljafería


LA ALJAFERIA EN LOS SITIOS
Tras el estallido del 2 de mayo de 1808 en Madrid,
 toda España se alzó en armas contra el invasor napoleónico.
 El ejército francés empezó su ocupación militar
 por las ciudades más importantes de nuestro país 
y tras la toma de Pamplona, su siguiente objetivo será Zaragoza, 
un punto estratégico para conseguir el control del Valle del Ebro.

LA ALJAFERIA
El castillo de la Aljafería fue el lugar donde empezó 
la verdadera sublevación de la ciudad contra el ejército de Napoleón, 
cuando el 24 de mayo se forzó el arsenal aquí guardado, 
compuesto por unos 25.000 fusiles y 65 piezas de artillería,
 y se encarceló al entonces Capitán General José Juan Guillelmi, acusado de afrancesado, 
que fue suplantado por el General Palafox, aclamado por el pueblo. 

También el acercamiento a la ciudad por las tropas francesas 
tuvo lugar en los dos asedios por esta zona, por la cercana Avenida de Madrid.
El castillo tuvo usos bien diferenciados, fortaleza durante los combates,
 pasó luego a ser prisión de patriotas, 
y tras la definitiva reconquista de Zaragoza, prisión de franceses.

LA CAPITULACION DE LA CIUDAD
Y donde empezó todo acabó también,
 pues la mañana del 20 de febrero de 1809 se firmaba aquí la Capitulación de la ciudad.

 Los combatientes que aún se mantenían en pie tras la guerra y las epidemias, 
salieron por una de las puertas de la ciudad, la del Portillo, 
para entregar sus armas en la explanada de la Aljafería ante la tropa francesa.
 Mientras, la bandera blanca ondeaba en lo alto de la hoy desaparecida torre Nueva,
 en el centro de la ciudad.

El general francés Léjeune, describió así la salida de los defensores vencidos:
“La columna española salió ordenadamente con sus banderas y armas,(…)
Trece mil hombres enfermos con el germen del contagio en su sangre, 
enflaquecidos horriblemente, de barba negra, larga y descuidada, 
con fuerza apenas para sostener sus armas,
 se arrastraban lentamente al sondo del tambor(…)
Sus ojos chispeaban cólera”.



Ruta de los Sitios - Seminario de San Carlos


PLAZA DE SAN CARLOS
El 27 de junio de 1808 
durante el primer asedio que los franceses realizaron en Zaragoza, 
se produjo una gran explosión en el polvorín general de la ciudad 
ubicado en este edificio, actual Seminario de San Carlos.

POLVORIN DE LA CIUDAD EN LOS SITIOS DE ZARAGOZA
Un carretero que abastecía de munición a sectores cercanos, 
dejó caer fortuitamente una chispa de su cigarro provocando la explosión. 
La gran cantidad de pólvora que aquí se almacenaba 
tuvo consecuencias desastrosas materialmente, 
destruyendo el estallido parte del barrio de la Magdalena.

El hundimiento del edificio y de las casas colindantes,
 el horror por el elevadísimo número de víctimas 
y el asalto de los franceses aprovechando el caos, 
pusieron a la ciudad al borde del colapso.

Como consecuencia y medida protectora, 
en los preparativos para el segundo Sitio de 1809,
 una de las primeras previsiones del mando
 fue la de diversificar la munición en pequeños almacenes
 repartidos en diferentes puntos de la ciudad.

Fachada posterior del Seminario de San Carlos Borromeo, 
cuando al día siguiente de la explosión, 
fueron retirados los cadáveres de los patriotas fallecidos.

LA POLVORA DE VILLAFELICHE
La localidad de Villafeliche,
 en la ribera baja del río Jiloca a unos 90 kilómetros de Zaragoza,
 tuvo un importante papel en la defensa de la ciudad.
 La producción de pólvora de sus molinos 
permitió mantener el suministro a los defensores,
 incluso con la voladura del polvorín principal.



sábado, 5 de noviembre de 2016

Ruta de los Sitios - plaza de San Agustín


PLAZA DE SAN AGUSTIN
La plaza de San Agustín es uno de los pocos espacios que se conservan 
prácticamente igual que durante los Sitios 
sufridos por la ciudad de Zaragoza en la Guerra de la Independencia. 
Un barrio donde se libraron brutales batallas
 y los zaragozanos demostraron una gran resistencia, heroísmo y fiereza en la lucha, 
y donde los nombres de sus calles, Manuela Sancho, Heroísmo, Asalto…
 nos hablan de sus defensores y de su hazaña.

CONVENTO DE SAN AGUSTIN
El convento de San Agustín, fundado en el siglo XIII, 
sirvió como cuartel de intendencia durante los Sitios
 y aún son visibles en su fachada los impactos de fusilería.
 Conformaba la línea defensiva de la ciudad por el este, 
pero a pesar de la valiente defensa patriota, 
las tropas francesas consiguieron el 1 de febrero de 1809 penetrar en el convento 
y en su iglesia apoderándose de él y del cercano de Santa Mónica.
Como resultado de la guerra el conjunto conventual quedará arruinado 
y con la desamortización de Mendizábal en 1836 
se incorporará su solar y propiedades a los bienes nacionales.
 En 1978 pasará a ser propiedad municipal
 y tras diversos proyectos,
fue reconvertido en el actual Centro de Historia de Zaragoza.

LAS CASAS DE LOS SITIOS
En la cercana calle de Doctor Palomar 
un magnífico caserón todavía conserva los impactos 
de la fusilería francesa dos siglos más tarde.

Estas dos postales ilustran el sañudo episodio 
que tuvo lugar en el interior de la iglesia de San Agustín. 
Su autor, el pintor César Álvarez Dumont, 
se inspiró en la novela “Zaragoza”(1874) 
de la serie Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.


MANUELA SANCHO
Fue una de las destacadas heroínas de la ciudad durante los Sitios. 
Suministró alimento a los defensores y participó activamente en combate.
Sus restos mortales fueron trasladados en 1908 
al panteón creado para las heroínas de los Sitios, 
en una capilla de la iglesia del Portillo de Zaragoza.

Ruta de los Sitios - El Pilar en los Sitios


EL TEMPLO DEL PILAR
La Basílica de Nuestra Señora del Pilar 
presentaba ya en la época de los Sitios su planta actual, 
aunque carecía de las torres,  cúpulas y fachada presente.
El máximo lugar sacralizado de la ciudad, morada de la querida imagen, 
era el gran baluarte moral de los zaragozanos 
y los franceses, conocedores del intenso catolicismo español,
 no dudaron en bombardear cruelmente la catedral y su entorno.

REFUGIO ESPIRITUAL Y HOSPITAL IMPROVISADO
Diversas dependencias de la Basílica 
como la sala capitular, la sacristía o el archivo,
 se utilizaron durante los Sitios para atender a los enfermos y heridos,
 convirtiéndose en un auténtico hospital. 
Incluso en su sacristía se llegó a fabricar pólvora y munición.
La numerosa masa de gente que acudía al templo a refugiarse, 
sobre todo niños y ancianos,
 hízo que se produjeran unas lamentables condiciones de salubridad 
debido a la suciedad y el hacinamiento. 
El propio Palafox mandó retirar las camas 
a otros lugares cercanos y desinfectar el templo.
Durante el primer Sitio el templo del Pilar no recibió demasiados proyectiles
 ya que se interponían algunos edificios entre él y la línea de tiro.
 No ocurrió así durante el segundo asedio, 
soportando los bombardeos desde las baterías de la zona del Arrabal.
 Los impactos de artillería en las paredes externas de la Basílica aún son visibles.
Varias veces llegaron a entrar proyectiles y bombas en el templo 
abarrotado de gente sin producir ninguna desgracia humana. 
El pueblo parecía haber encontrado un lugar milagrosamente protegido por la Vírgen.

LA CRIPTA
En la cripta-panteón situada bajo la capilla de la Vírgen del Pilar 
se hallan enterrados numerosos personajes ilustres de la ciudad, 
entre ellos el General Palafox y Antonio Sangenís, héroes delos Sitios.

UN HECHO MILAGROSO
En vísperas del alzamiento contra los franceses, 
una nube en forma de palma apareció en el cielo. 
Hecho milagroso, premonición o simple casualidad, 
el pueblo lo interpretó como un presagio de la victoria sobre las tropas napoleónicas, 
asociando la palma al símbolo de la victoria. 
Una palma que al final de los Sitios sería para la mayoría el símbolo del martirio.

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