CASA NATAL DE PALAFOX
La próxima calle de
Palafox recuerda al héroe zaragozano
y en ella se encuentra la casa natal
de los
marqueses de Lazán, padres de Palafox.
Actualmente ocupada por viviendas,
una
placa de homenaje recuerda a su morador.
EL GENERAL PALAFOX
El pueblo zaragozano puso
a prueba a las hasta entonces invencibles tropas napoleónicas
durante la Guerra
de la Independencia en los dos Sitios
que sufrió la ciudad en 1808 y 1809.
Los
patriotas que la defendieron entraron en el relato heróico para siempre.
Uno de ellos fue José
Rebolledo de Palafox y Melci,
más conocido como General Palafox.
Nacido en
Zaragoza en 1775,
fue educado en las Escuelas Pías por otro héroe de los
Sitios,
el Padre Basilio Boggiero.
Sus paisanos le pusieron
al frente de la sublevación
proclamándole Capitán General de Aragón el 27 de Mayo
de 1808
y tomó a su mando la defensa de la ciudad durante los dos sitios.
Es ya célebre su frase
guerra y cuchillo,
negativa con la que respondió a los emisarios franceses
que
solicitaban la rendición.
Después de dos meses de
resistencia y encarnizadas batallas,
con una población diezmada y abatida por
la epidemia de tifus,
del que Palafox también enfermó,
cederá sus poderes a una
Junta
que tras analizar la situación capituló
ante el ejército francés el 20 de
Febrero de 1809.
Prisionero en Francia
hasta 1813,
cuando regresó a España se dedicó a su vida privada,
alternándola
con diversos nombramientos como el de Duque de Zaragoza.
Murió en Madrid en
1847
y hoy sus restos descansan en la cripta de la Basílica del Pilar.
LA SEO
Palafox, parroquiano de La
Seo por nacimiento,
fue bautizado en esa cercana catedral de San Salvador.
En
su archivo parroquial se encuentra cuidadosamente guardada
la partida de
nacimiento del caudillo de los Sitios.
PALACIO ARZOBISPAL
Durante los Sitios el
actual Palacio Arzobispal de la ciudad
fue el cuartel general de Palafox.
Desde
la parte alta del edificio podía seguir con detalle
la suerte de su
destacamento dispuesto en el Arrabal, al otro lado del río.
Sus archivos aún
conservan documentos de la época
destrozados por la metralla de los cañones y
perforaciones de balas.