PLAZA DE LA MAGDALENA
Esta plaza fue el máximo
punto de avance francés durante el segundo Sitio
que Zaragoza sufrió en 1809 en
la Guerra de la Independencia.
Junto a la calle Doctor Palomar y el convento de
San Agustín,
fueron los tres principales objetivos
que acabaron por hundir la
defensa zaragozana por esta zona de la ciudad.
EL ARCO DE VALENCIA
Tras ocupar San Agustín, los
franceses avanzaban hacia el Coso y la Magdalena,
recibiendo el fuego aragonés
desde la torre de la iglesia y el Arco de Valencia,
una de las puertas de la
ciudad que cerraba la plaza en su salida hacia el Coso.
Fue tal la resistencia
aragonesa,
que conquistar los escasos metros
que separan el convento de San
Agustín, del Coso y esta plaza,
costó a los veteranos franceses diez días,
debiendo ocupar casa a casa.
Cuando la ciudad capituló
el 20 de Febrero de 1809,
los franceses estaban detenidos en la plaza de la Magdalena,
rodeados por los incendios provocados por los defensores.
Además de la de Valencia,
otras
puertas se abrían en la muralla que rodeaba la ciudad,
siendo importantes
puntos en la defensa zaragozana.
Muy cerca de la plaza se encontraba la puerta
del Sol,
que dejaba extramuros al castizo barrio de las Tenerías
y en el vecino
barrio de San Miguel estaba la puerta Quemada,
que pasó a llamarse del Heroísmo
tras los sitios
por la brava resistencia que ofrecieron sus vecinos en la lucha.
En esta plaza se ubicó el
bello edificio de la antigua Universidad de Zaragoza,
en el solar que hoy ocupa
un centro de educación.
Unas placas en su valla nos muestran cómo era en la
época de los Sitios.
IGNACIO ASSO
La plaza Asso, situada
justo detrás de la plaza de la Magdalena,
lleva el nombre de Ignacio Jordán de
Asso,
importante jurista y científico aragonés
que durante los dos Sitios de
Zaragoza fue asesor del General Palafox
y redactó la Gaceta Extraordinaria de
Zaragoza,
contribuyendo con sus informaciones a prevenir a la resistencia
popular.
En la plaza se conserva el palacio Asso,
casa infanzona donde vivió el
ilustre aragonés.