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miércoles, 18 de marzo de 2009

Ruta de los Sitios - calle Asalto



CALLE ASALTO
Nos encontramos junto a la muralla de ladrillo que cercó la ciudad en el Medievo
 y que sirvió también durante la Guerra  de la Independencia para la defensa zaragozana.
Esta zona entre el actual paseo de la Mina y las calles Asalto y Heroísmo 
fue testigo de brutales asedios como sus nombres nos recuerdan. 
Tras duros combates, el 26 de enero de 1809 
los franceses abrieron fuego contra las defensas de la muralla con todas sus baterías,
 entrando pocos días después por esta zona al barrio de San Agustín. 
Actualmente parte de la muralla se integra en los edificios de la zona 
y en su parte interior aún conserva restos
 del paseo de ronda y los polvorines.

EL MOLINO DE GOICOECHEA
En el cercano parque Bruil se levantaba en la época de los Sitios 
el molino de aceite de Juan Martín de Goicoechea, 
uno de los empresarios más relevantes de la Zaragoza de finales del siglo XVIII.
Un punto estratégico donde los zaragozanos se atrincheraron para guarnecer su defensa,
 pero las tropas francesas lograron apoderarse del molino el 27 de enero de 1809.
 Algunas de las prensas y muelas aún se conservan en el parque.

EL DESAPARECIDO CONVENTO DE SAN JOSE
Al otro lado del próximo río Huerva, 
en el cruce de la actual calle Jorge Cocci y el Camino de las Torres, 
se encontraba el convento de San José, 
que fue asiduamente atacado por las baterías francesas. 
Era un fuerte de gran importancia estratégica para la defensa de la ciudad, 
que fue destruido por el incendio que recoge este grabado, en julio de 1808.
Posteriormente fue reconstruído tras los asedios
 y usado como penal de la ciudad y como cuartel de intendencia 
hasta su ruina en los años setenta del siglo pasado.

ANTONIO SANGENÍS Y TORRES

Organizó el sistema defensivo de Zaragoza durante los dos Sitios.
 Constituyó un batallón de zapadores en una ciudad llana y sin fortificaciones, 
consiguiendo significativas obras defensivas de campaña. 
Sangenís resultó muerto por una bala de cañón 
mientras observaba una trinchera excavada por el enemigo francés. 
Una placa conmemorativa en la muralla de la calle Asalto 
nos indica el lugar de su muerte 
y otra, 
conmemora a los soldados de infantería que lucharon por Zaragoza.

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