"En 1681, con la ciudad de Zaragoza todavía seguía
asombrada y fervorizada por el Milagro de Calanda,
el inicio de las obras de la torre de la Catedral de La Seo
y del nuevo templo de Nuestra Señora del Pilar,
un grupo de feligreses de la Parroquia de San Felipe y Santiago el Menor,
ante el inminente derribo de la antigua fábrica del templo
para la construcción del nuevo, procedían a desmontar el Retablo Mayor
cuando hallaron una imagen
que cambiaría por completo la historia de la Parroquia,
la imagen del Santísimo Ecce Homo."
La gran devoción y veneración popular
suscitada desde el mismo momento de su hallazgo
cofradía que, siglos más tarde, fue reinstaurada
con carácter penitencial y procesional en 1948
por iniciativa de Mosén Francisco Izquierdo Molins,
consiliario de Acción Católica,
y que es la encargada de que cada año recorra las calles zaragozanas
durante cada Miércoles y Viernes Santo.
Actualmente el “Ecce-Homo” se encuentra expuesto en la nave de la Epístola
bajo un templete neoclásico con columnas de orden corintio
inaugurado el 23 de noviembre de 1823,
construido por el arquitecto Antonio Vicente
y el escultor alcañizano Tomás Llovet Pérez,
quién también fue el encargado de ejecutar los ángeles mancebos
con atributos de la Pasión que lo flanquean
y los seis querubines que ornamentan la cúpula.
(texto creado por David Beneded Blázquez)