Pilones como éste que resiste el paso del tiempo
en el cruce de las calles Jussepe Martínez y Santa Cruz
se encontraban en otros puntos del Casco Histórico,
como por ejemplo en la calle Cuatro de Agosto.
De niños resultaban irresistibles para saltar sobre ellos...
Resulta también muy curioso el grupo de piedras
que se conservan en esta fachada.
Da la impresión de sillares de muralla reutilizados.