La plaza de San Agustín ha sido testigo
de un buen puñado de episodios
de la historia de esta ciudad.
Asaltos a su cuartel,
defensa bravía durante los Sitios,
revueltas populares...
Pero también correrías de chiquillos,
fiestas de barrio con mástil y gallo en las alturas...
Casas sencillas en un barrio, el de la Magdalena,
que se resiste a caer en el olvido,
que lucha por su futuro.