La Zaragoza del siglo XVIII, con sus 45.000 habitantes, 
y sus personajes ilustres 
como el Conde de Aranda, Pignatelli, Goya...
posee una vida económica  y cultural muy activa. 
Nace la Real Sociedad Económica de Amigos del País,
aún existente hoy, 
cuyo objetivo principal es 
el fomento de lo útil y lo bello: el desarrollo 
de la agricultura, industria, comercio y enseñanza: