Una de las calles que forman el conjunto conocido como
"Cineja o Cinérea vendría de las cenizas de los Mártires
“perseguidos por el cruel Daciano”
que vivía “frente a la puerta escusada de la iglesia de san Gil”
(Guía de Zaragoza, 1860, pág. 231).
O bien, de un “prefecto de los judíos, Cinegio”,
que habitó “frente a la puerta pequeña de la iglesia de san Gil”..."